Fue bien temprano, allá para el mes de febrero del año 1965, apenas dos meses después de aquel felíz encuentro con el grupo de los fundadores, en que ya esta Cooperativa contaba con la dirección de la Administración de Fomento Cooperativo.

Sucedió que nos movimos con suma rapidez en el empeño de organizarnos. Ya habíamos conquistado el interés de Fomento Cooperativo para que se nos adiestrara a esos efectos. Nos asignaron un especialista a tiempo completo. Desde ese momento, comenzó a tomar forma aquel grupo cooperativo y se nombró oficialmente su Junta de Directores y Comités, se creó el reglamento por el cual se rige actualmente nuestra Cooperativa y se le dió el nombre que hoy lleva.

Nos reunimos varias veces por semana con el especialista y llevamos a cabo reuniones educativas en distintos sectores de la comunidad. Fue una época de oro para Cupey. Hubo interés, alegría y entusiasmo. Se logró una campaña de concientización muy efectiva. Ingresaban socios a granel, en fin, nos faltó tiempo para dedicarle a nuestra gente.

A aquel especialista, de nombre Héctor Silva Gotay, quien se inició ese año en el servicio del Movimiento Cooperativo Puertorriqueño, le asignaron la organización de esta Cooperativa de Ahorro y Crédito Cupey Alto. Fue ardua la tarea, pero se logró. Esta fue su primera y siempre querida criatura, según el mismo lo expresa.

Héctor Silva se entregó en cuerpo y alma a llevar acabo esta nueva empresa. Me atrevo a decir que el amigo Héctor vivió mas tiempo en Cupey que en su propio hogar durante esos 10 meses de organización.